Cada ser humano tiene un potencial que debe ser desarrollado. Descubrirlo y formarse en él son maneras no solo de transformación individual sino colectiva, en la medida que entendemos que los cambios individuales impactan también las condiciones sociales y económicas de las familias y las comunidades en las que se interactúa.
Creemos en la formación de liderazgo para la transformación. Por ello, trabajamos por formar personas que lideren su propia vida, la vida de sus familias y de las comunidades.
La familia es el entorno próximo de cada persona. Por esta razón, pretendemos que la familia se convierta en un entorno protector. Es allí en el hogar, como nicho de desarrollo personal de las personas, donde se construyen los principios fundamentales que estructurarán a las futuras generaciones.
Creemos que es en el entorno familiar que se aprende a trabajar en equipo, a generar empatía, a mostrar solidaridad, a socializar en medio de las diferencias, a resolver los conflictos, a fortalecer el carácter.
La familia es una red de apoyo emocional, social y espiritual que puede convertirse en el espacio propicio para conocer a sus miembros, con el fin de ayudarlos a descubrir y fortalecer su talento como soporte para la construcción de su proyecto de vida
El apoyo humanitario es la respuesta para la atención a las necesidades básicas como la alimentación y la vivienda que son derechos fundamentales que dignifican a las personas.
No es posible hablar de crecimiento personal a las personas, si se encuentran enfrentando un estado de emergencia en el cual requieren ser
atendidos con acciones concretas.